La historia del aparcamiento de Portopín, desde que se fraguó la idea, hasta que comenzaron las obras, daría para escribir un libro por la complejidad y los problemas que ha tenido que superar. El alcalde, José Luis Marcos Merino, ha querido desempeñar el papel de protagonista de esta historia vendiendo a los vecinos que gracias a su gestión se ha desbloqueado esta actuación, algo que es innegable, pero no es oro todo lo que reluce.
Merino prometió en junio de 2010 que el aparcamiento iba a estar finalizado antes del 31 de diciembre. Bueno, pues estamos ya en enero y esta semana hemos estado hablando con algunos trabajadores de la obra que nos han comentado que todavía queda bastante trabajo por delante antes de inaugurar las instalaciones, como instalar la iluminación interior del complejo ó finalizar alguna de las entradas peatonales. De modo que la obra acumula ya cierto retraso.
Pero hay otro dato todavía más preocupante. El parking tiene capacidad para 151 vehículos y según aparece reflejado en la lista de admitidos que ha colgado el Ayuntamiento en su página web, tan sólo se han vendido 49. Nos gustaría recordar que el compromiso al que llegó el alcalde con la empresa constructora Bikani fue que el Ayuntamiento compraría todas las parcelas que, dos años después de su inauguración, no se hayan vendido.
Teniendo en cuenta la actual crisis económica está mermando espectacularmente la economía doméstica de muchas familias sestaotarras, y que el precio de cada plaza es de 15.850 euros más IVA, hace que nos cuestionemos si el Consistorio ha elegido el mejor momento para construir este garaje, o es que simplemente el señor Merino se ha querido apuntar un tanto. ¿Qué ocurrirá si dentro de dos años el Consistorio tiene que comprar, por poner un ejemplo, 50 parcelas, abonando unos 750.000 euros? Sería la ruina para las maltrechas arcas municipales.
Por eso, desde Sestao Aurrera proponemos que las plazas de aparcamiento no vendidas en Portopín salgan al mercado en régimen de alquiler, e invitamos al señor Merino a que tome nota de esta reflexión. Nuestro pueblo necesita muchos aparcamientos, pero gratuitos en superficie o subterráneos a un precio razonable, porque tal y como se ha podido comprobar la gente no está dispuesta a soltar más de 2,5 millones de las antiguas pesetas por una parcela de garaje que nunca será de su propiedad.
