Mientras el equipo de gobierno buzonea propaganda proclamando una mejora en la seguridad ciudadana, los hechos que ocurren en la calle siguen siendo testarudos. El bar Rincón, situado en el cantón de Karrantza, ha sufrido un nuevo robo, el tercero en poco más de dos años. En este caso, los ladrones forzaron la puerta y rompieron la alarma para acceder al interior y llevarse un televisor de plasma de 42 pulgadas, un ordenador portátil, dos máquinas con chucherías, algo de cambio y nueve cupones de la ONCE que, casualmente, han resultado premiados con 35.000 euros cada uno.
La responsable de este establecimiento denuncia que ni Policía ni agentes de barrio patrullas por su calle, y reclama la instalación de las cámaras de vigilancia que el PNV solicitó para la zona y que el equipo de gobierno todavía no ha colocado. En su opinión, los autores del barrio son personas del barrio. Vecinos de la zona baja alertan de que también han tratado de acceder a una vivienda de Sotera de la Mier.
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